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- Un viaje cultural por LA SIERRA DE FRANCIA (pdf) [3.575 KB]

- Folleto turístico LA SIERRA DE FRANCIA (pdf) [1.049 KB]

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historia

A lo largo de los siglos se han ido acumulando multitud de leyendas sobre este valle. Se decía que se hallaba habitado por demonios y sectas ocultas adoradoras de Satanás. Los pastores no se atrevían a entrar en él por miedo a lo desconocido.
Una de estas leyendas cuenta que este valle se encontraba habitado por un pueblo sin contacto alguno con la civilización. A finales del siglo XVI dicha leyenda se extendió por toda Europa y fue cuando se asentó en el lugar una comunidad de Carmelitas, fundando el Monasterio de San José de Batuecas, junto a este y diseminadas por el resto del valle, también se levantaron una veintena de pequeñas ermitas.

El valle de la perpetua felicidad

Considerado durante la Ilustración francesa el paraíso terrenal, el valle de las Batuecas constituye un milagroso reducto medioambiental donde la provincia salmantina se asoma a Extremadura, en pleno Parque Natural.
Las Batuecas son a la vez frontera y destino final, lugar de paso hacia las Hurdes extremeñas y punto de encuentro de culturas y de biodiversidad. Al coronar el Portillo, partiendo desde La Alberca, se abre un paisaje sin igual en la provincia. Un mar de laderas cubierto por un denso manto de encinas y alcornoques que cobija una diversidad botánica inigualable. Arces, madroños, acebos, robles, quejigos, enebros y pinos son las especies más comunes. Junto a ellas, crecen con profusión un sinfín de pequeñas plantas y arbustos que completa el coloreado tapiz de estas encrespadas laderas, formando el enclave de mayor diversidad botánica de Salamanca.
Entre las copas de los árboles despuntan los roquedos de cuarcitas y pizarras, que forman serrezuelas de filos atormentados. Estos castillos rocosos, resultado de una intensa lucha geológica, esconden un tesoro cultural de gran valor: las pinturas rupestres esquemáticas de Las Batuecas, el mayor conjunto de la provincia de Salamanca y uno de los más importantes de Castilla y León. Cabras, cérvidos, seres humanos y figuras geométricas son las manifestaciones más habituales de este arte rupestre, que el hombre del Neolítico dejó plasmados hace más de tres mil años. La treintena de paneles catalogados se han conservado hasta nuestros días gracias al anonimato y el difícil acceso a muchos de ellos. Su importancia ha sido reconocida sobradamente, por lo que fueron declaradas Bien de Interés Cultural en el año 1985.
Otra presencia humana que ha dejado su huella en el valle es el asentamiento de una comunidad de frailes en el monasterio del Santo Desierto de San José de las Batuecas. Y, diseminadas entre el bosque, aún podemos encontrar una serie de ermitas, utilizadas por los monjes para orar y aislarse del mundo. Mezcla de capilla y choza, algunas de ellas son simplemente el ahuecado tronco de un alcornoque, pero la mayoría son toscas habitaciones de pobre construcción en piedra, situadas cerca de una fuente y marcadas entre el laberinto forestal por un solitario ciprés.

fauna salvaje

Pero hablar de naturaleza en Las Batuecas y no mencionar a su fauna es pasar por alto un importante reclamo turístico. Desde casi cualquier punto del valle es fácil avistar al buitre negro, que cuenta aquí con una numerosa colonia. Junto a esta rapaz vuelan el más escaso alimoche, el buitre leonado, las águilas real y culebrera y el halcón, poderosas rapaces que mantienen a raya a infinidad de pequeñas presas, tanto aladas como mamíferos.
Sin embargo, la estrella del Parque es la cabra montés, gracias a los beneficios económicos que reporta su caza. Así, desde el punto de vista exclusivamente cinegético, su interés radica en ser territorio de caza mayor del macho montés y el corzo, y de caza menor de la becada durante su paso invernal. Avistar a estos herbívoros no es nada difícil desde las cumbres de la Peña de Francia o desde el mismo Portillo de Las Batuecas, a veces sin la ayuda de prismáticos.

Senderismo accesible

El parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia cuenta con dos itinerarios aptos para personas con movilidad reducida:
El primero, conocido como senda de los Castaños Centenarios, parte junto al núcleo habitado de El Casarito, en el municipio de Nava de Francia. atraviesa un extenso bosque de roble rebollo, para llegar hasta un grupo de castaños, algunos de ellos con más de 500 años de antigüedad, tiene una longitud de 1,6 km. y está perfectamente señalizado; cuenta con aparcamiento, puntos de descanso, miradores, paneles informativos, etc. Desde él se obtienen excelentes vistas de la Peña de Francia, montaña mágica de la comarca.
Otra ruta accesible se halla en el misterioso valle de Las Batuecas. Desde el aparcamiento una plataforma suspendida lleva a los visitantes hasta el monasterio carmelitano. En el trayecto se cruzan dos pequeños puentes sobre el río Batuecas; dispone de bancos y paneles informativos.

www.franciaquilamas.com Tel. 699132113 - 916732812 - 916732780 - e-mail Eloy Bullón, 18 - Santibañez de la Sierra - SALAMANCA - Castilla y León (ESPAÑA)